Güija

La güija
Este artículo es un poco diferente de lo que vengo haciendo normalmente. Esta vez no vengo a denunciar algo que me parezca injusto o incorrecto. Hoy quiero luchar contra la superstición, contra las creencias que consiguen vencer a nuestra razón por el solo hecho de no reflexionar.

La güija. Ya sabéis en qué consiste y lo que conlleva. Si le preguntáis a alguien que la haya hecho, os dirá que fue... perturbador. Yo personalmente no lo he hecho, pero soy enemigo acérrimo de la irracionalidad y lo que pretendo es precisamente analizar racionalmente las consecuencias o las bases para poder otorgar valor a la güija, para eliminar la construcción social que se ha hecho en torno a ella.

Para empezar, la güija guarda una relación estrecha con un tipo de pensamiento que casualmente coincide con el de la religión cristiana (de ahí que haya relaciones entre ambas). Para poder creer en la güija hay que tener una concepción dualista del mundo (creer en dos mundos). Todos aquellos que tengan una concepción monista (es decir, un solo mundo) como los marxistas o los existencialistas no creen o no deberían creer para evitar contradicciones en un más allá y, esto significa que en su concepción no existe un mundo supraterrenal donde las almas puedan reposar. Es decir, creer en la vida después de la muerte es una condición indispensable para sentir temor por la güija. Pero no solo eso, además hay que no creer en la reencarnación y creer que el alma de una persona permanece inalterable en el tiempo, es decir, que la esencia de la persona se mantiene en ese alma para siempre. ¿Por qué? Porque si el alma se reencarna o pierde las caracteristicas del cuerpo que antes ocupó, no nos podremos comunicar en un hipotético (y falso) caso con un espíritu.

Pero toda explicación racional no impide que sintamos "respeto" o cierto rechazo a ella. ¿Por qué lo sentimos? Porque lo desconocido genera curiosidad y porque las personas nos movemos por el miedo y el sentido de la vista. Tememos más a lo que no vemos. Y la forma más sencilla de manipular a alguien es haciendo que esté aterrorizado. Pues bien, la güija junta todo esto y este es el motivo de poder sentir ese miedo aunque no creamos en un mundo aparte.

Pero vamos a continuar. Una vez analizado esto debemos darnos cuenta de que la güija solo es popular en el mundo occidental. Tal y como defendíamos anteriormente, en la mayoría de culturas asiáticas no se concibe un más allá; un paraíso supraterrenal adonde las almas reposan eternamente una vez abandonado el cuerpo. ¿Es casualidad que allí no sea popular? Es obvio que no. La güija es una invención europea y solo es popular en el mundo occidental porque nuestra tradición filosófica, histórica y religiosa da pie a ello. Por mucho que no creamos en un "más allá" es algo que se nos ha enseñado desde pequeños. Nuestros familiares muertos "van al cielo". Aunque ya no creamos en ello, nuestra tradicion permanece. Esa es la razón por la que podemos no creer en lo sobrenatural pero no nos atrevernos a hacer las cosas por "respeto".

Por último, quisiera añadir otros supuestos no tanto en la base teórica en la que se sustenta la güija sino en su fase práctica. Para empezar, todos los espíritus deben ser políglotas porque resulta que siempre hablan en el idioma de los jugadores. Después. los espíritus (si habéis probado la güija) jamás saben más que los jugadores. Si queréis aún así demostrar que la güija evidentemente no funciona, probad a jugar con los ojos cerrados.

Esto último que parece un absurdo es la base del efecto ideomotor. ¿Qué es? Es un efecto que lo que provoca es movimientos involuntarios en nuestro cuerpo si estamos influenciados previamente. El resultado es que provoca que al posar el dedo suavemente sobre un objeto a la vez que otra persona (si creemos que se va a mover) acabará moviéndose sin que nadie emplee una fuerza sobre él. De ahí la sensación de, "la mano me iba sola". Lo dicho, probad a jugar con los ojos cerrados.

El problema es que la demostración empírica de esto es complicada, porque es un efecto que desafía a nuestros sentidos. Esto es lo utilizado por los seguidores de la güija para defender que debe haber espíritus en realidad. Pero aun si fuera falsa la teoría del efecto ideomotor, estos individuos caen en la conocida falacia naturalista propuesta por David Hume en contra de las ideas religiosas. Se resume en que se confunde el "ser" con el "debe ser", cuando ello no es una prueba. Es decir, por qué no podamos remontarnos a un punto de origen del universo, los religiosos defienden que debe haber un dios superior cuando una cosa no significa necesariamente la otra.

Sea como sea, el temor a la güija es un temor que nace de nuestra propia inseguridad y de nuestra irracionalidad. Hemos visto como abordándolo desde un punto de vista racional, su validez queda mermada. También las razones por nuestro "respeto" por mucho que nuestra convicción acerca de su inviabilidad sea plena. Si queréis una explicación amplia sobre todp esto, os recomiendo leer este estupendo artículo: http://charlatanes.blogspot.com.es/2004/11/los-secretos-de-la-ouija-ja-j.html

Por tanto, si habéis probado la güija, no caigais en su juego y si no lo habéis hecho, dejad de sentir temor por aquellos que aseguran que tuvieron una experiencia horrorosa cuando solo fue su irracionalidad la que los acobardó. Personalmente, tengo ganas de probarla y aterrorizar a todos con ella. ¿Por qué no lo probáis? ;P

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